En Ciudadanía, Educación, Cultura, Economía y Empleo, Otra Políticas de la UE, Principios y Valores

-Cristina Casabón-

La crisis de la COVID va a generar riesgos de dimensiones económicas, políticas y sociales importantes, y esta interrelación de riesgos sugiere que la UE debe pensar estratégicamente sobre el tipo de reformas y el modelo de crecimiento económico más adecuado para salir de la crisis. “Detrás del tono solemne, esta Comisión no tiene una gran visión para el futuro de Europa. En un momento de transformación impuesta por COVID, los europeos merecen más que una larga lista de medidas políticas”, criticaba Alberto Alemanno [1], profesor de Derecho de la UE en HEC París, tras el debate sobre el estado de la Unión.

Las expectativas ciudadanas en materia económica puede que se vean frustradas, tanto por falta de competencias de la UE (se requiere mayor integración) como por la ausencia de una estrategia sobre el modelo de crecimiento regional que Europa necesitará a raíz de la pandemia. La UE debe apostar por reformas radicales en el ámbito de la innovación y el talento para tener mayor autonomía, mayor capacidad competitiva en sectores clave y desarrollar su política industrial. Enrique Feás, Senior Research Fellow del Real Instituto Elcano, cree que “en el ámbito de la industria, la crisis de la COVID ha puesto de manifiesto que Europa debe tener un poco más de autonomía estratégica en determinados sectores, en especial el tecnológico y el sanitario”.

La UE debe apostar por reformas radicales en el ámbito de la innovación y el talento para tener mayor autonomía, mayor capacidad competitiva en sectores clave y desarrollar su política industrial

En opinión de Bernd Hüttemann, vicepresidente de The European Movement, “el problema es la falta de visión estratégica y la aversión a los tipos de inversiones necesarias para impulsar una economía que se tambalea por la pandemia”. Es evidente que la Unión sufre un peligroso retraso tecnológico, sobre todo en aspectos relacionados con la innovación (como la robótica o la inteligencia artificial). “El dinero disponible no es el problema principal. Es la falta de una estrategia visionaria y responsable. Algunos líderes nacionales pueden esconderse detrás de las cortinas europeas sin asumir responsabilidad a largo plazo”, comenta Hüttemann.

El espíritu innovador de la UE procede de su sólida base de investigación e invención; Europa es una piscina de talentos. La consultora McKinsey [2] señala que “hay una gran cantidad de ideas innovadoras en Europa, pero muchas de ellas no se han introducido en el mercado o no se han ampliado hasta ahora, ya sea por aversión general al riesgo o por falta de financiación”. Tomar riesgos y convertir ideas innovadoras en negocios viables requiere decisiones claras respaldadas por suficientes fondos y una gobernanza adecuada. “La UE necesita fondos, pero necesita también una regulación más sencilla y un refuerzo de las iniciativas comunes. Una vez más, la solución pasa por una mayor integración”, apunta Enrique Feás.

Además, es necesario eliminar barreras de entrada y regulaciones que inhiben la adaptación rápida y flexible del mercado en la fase de deshielo económico; y por otro lado, que los gobiernos faciliten la innovación, las ideas y la inversión en el ámbito industrial y tecnológico de forma predeterminada para que nuestro mercado pueda crecer y ser competitivo, además de cumplir con las expectativas laborales de millones de ciudadanos desempleados. Martin Sandbu en The Economics of Belonging [3] sostiene que la economía sigue siendo el principal motivo de nuestra creciente desigualdad y solo podemos abordarla si nos enfocamos en las políticas adecuadas; adaptando la economía al cambio tecnológico y diseñando políticas internas que incrementen la productividad. Sandbu propone un conjunto de políticas más liberales (centismo radical) como solución a la desigualdad. Si se implementaran, argumenta, la globalización beneficiaría a todos y desanimaría la “mala radicalización”, que es la populista.

Una adaptación rápida requiere una Europa más liberal, según la opinión de varios expertos en Unfreeze: How to Create a High Growth Economy After the Pandemic, quienes elaboran propuestas basadas en la visión de Adam Smith de que la economía se expande promoviendo la innovación, la especialización y el intercambio de forma predeterminada. El tejido empresarial y el crecimiento volverán a regenerarse en la medida en que las empresas puedan explorar e innovar en el ámbito tecnológico, tomar riesgos sin excesivas regulaciones y burocracia que lo dificulten en exceso. En Europa hay una necesidad de minimizar las barreras y las regulaciones (muchas por razones políticas, no económicas) a la innovación, que son tan dañinas como las barreras al libre comercio.

La UE necesita elaborar una estrategia económica liberal que facilite una adaptación rápida y efectiva a cambios disruptivos

El momento de actuar en el frente de la financiación es ahora. En el ámbito de los fondos de reforma y la modernización, el más relevante es la del denominado Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que proporcionará transferencias y préstamos. “El problema es que, al centrar los esfuerzos en la recuperación a corto plazo, se han sacrificado fondos cruciales a largo plazo para la UE dentro del Marco Financiero Plurianual. El Parlamento Europeo aún está a tiempo de corregir esto, pero podemos decir que, en materia  de financiación, el Consejo Europeo ha permitido que lo urgente desplace a lo importante, y lo intergubernamental a lo europeo”, comenta Feás.

Pero no basta con que la UE proporcione fondos, también es preciso que los países sean capaces de emplearlos de forma ágil y eficiente, y eso implica mejorar las estructuras administrativas y de gasto. La salida de la crisis dependerá en gran medida de las medidas de política económica y fiscal que se adopten en los próximos meses (y estas deben ser, según Sandbu, mucho más radicales), pero también de la capacidad de innovación y de toma de riesgos del mercado europeo, de las restricciones y limitaciones institucionales, tecnológicas, regulatorias y culturales. Para cumplir las expectativas ciudadanas, sobre todo en lo relativo al crecimiento a largo plazo y los problemas sociales derivados de la crisis, como la desigualdad, la UE necesita elaborar una estrategia económica liberal que facilite una adaptación rápida y efectiva a cambios disruptivos.

Listado de referencias

[1] ALEMANNO, A. Twitter. Disponible en: https://twitter.com/alemannoEU/status/1306158297691676672?s=20

[2] ERNST, P., EVERS, M., OSTOJIC, I., y STERN, S., How growth can help Europe’s companies face the coming economic crisis. Disponible en: https://www.mckinsey.com/business-functions/strategy-and-corporate-finance/our-insights/how-growth-can-help-europes-companies-face-the-coming-economic-crisis#

[3] SANDBU, M. The economics of belonging. Financial Times. Disponible en: https://www.ft.com/content/50efbb96-a4e6-11ea-a27c-b8aa85e36b7e

Cristina Casabón, Analista y profesora asociada en la Universidad Carlos III.

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