En Ciudadanía, Educación, Cultura, Política Exterior y de Seguridad

– Rafael Marente Tovar – 

El ámbito de la Defensa ha sido siempre uno de los de más difícil avance en el seno de la Unión Europea, hasta el punto que, en los inicios de ésta, hubo un intento fallido de crear una Defensa Europea. Se tuvo que esperar al nuevo siglo para ver algunos avances. En 2007, la Política Europea de Seguridad y Defensa (PESD) pasó a denominarse Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD), si bien como se ha señalado “es menos común de lo que su nombre sugiere por la falta de capacidades comunitarias” [1].

Sin embargo, ¿Qué dicen los europeos cuando se les pregunta por la Seguridad y Defensa de la Unión? Podemos acudir a varios estudios, todos ellos realizados por las instituciones comunitarias, y vemos cómo el ciudadano pide un esfuerzo mayor en este ámbito. En el Eurobarómetro de otoño de 2019 [2], encontramos el dato de que tres de cada cuatro ciudadanos europeos encuestados están a favor de una Política Común de Seguridad y Defensa, mientras que tan solo el 16% se muestra en contra, el porcentaje más bajo desde 2004.

[2] EUROPEAN COMMISSION (2019). European’s opinión about the European Union’s priorities. Standard Eurobarometer 92. Autumn 2019.

Igualmente, en el documento del Parlamento Europeo que estudia las tendencias sociodemográficas de la última década (2007-2019), indica cómo en marzo de 2019, para un tercio de los europeos, la prioridad temática era Seguridad y Defensa, porcentaje que se incrementa hasta el 41% si nos referimos a la lucha contra el terrorismo [3], aspecto fundamental de este ámbito.

Pero ¿Cuáles son las competencias de la Unión? ¿De qué avances hablamos? Las competencias de la UE en materia de Seguridad y Defensa se encuentran desarrolladas en la sección 2 del Tratado de la Unión Europea (TUE), entre los artículos 42 al 47, mientras que en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) podríamos acudir únicamente a una referencia a este ámbito en el artículo 222, cuando se menciona la cláusula de solidaridad, muy similar al artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte.

No obstante, la Seguridad y Defensa en la UE encuentra el problema de estar subordinada a la Política Exterior y de Seguridad. Tal es así que los artículos citados se encuentran dentro del apartado del TUE dedicado a la Acción Exterior de la Unión, algo que ha citado CAAMAÑO ARAMBURU [4], ya que considera erróneo el intento de la UE de querer difuminar lo militar en la política exterior y la subordinación que a su parecer somete a la PCSD.

En cuanto a los avances, encontramos algunos con fecha anterior a Lisboa, ya que en Helsinki 1999 se crearon tres órganos nuevos: el Comité Político y de Seguridad (CPS), Comité Militar de la UE (EUMC, por sus siglas en inglés) y el Estado Mayor de la UE. En 2007, se crean los Battle Groups, unidades de acción destinadas a un despliegue rápido de militares y es en 2010 cuando llega el gran avance. Ese año se actualiza el TUE y se introducen la cláusula de solidaridad, de asistencia mutua, la Agencia Europea de Defensa (AED) y la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO). Estos dos últimos avances son de importancia reseñarlos pues están destinados a dar un paso más en materia de Defensa en la Unión Europea.

Por un lado, la AED se encarga de mejorar el rendimiento en defensa promoviendo la coherencia y coordinación de los diferentes Estados miembros. Por otro, la PESCO permite una mayor involucración a aquellos EM que así lo deseen, igual que el camino inverso, únicamente seguido hasta ahora por Dinamarca. No obstante, Félix de Arteaga nos invita a diferenciar entre “defensa de la UE” y “defensa europea”. Para el investigador del Real Instituto Elcano, “la defensa de la UE forma parte de un compromiso político, supranacional y a largo plazo respaldado por los gobiernos y sociedades nacionales que conforman la UE, mientras que la defensa europea es un acuerdo entre gobiernos para que sus fuerzas armadas cooperen en beneficio de Europa tanto en misiones genéricas, como la defensa territorial de Europa en el marco de la OTAN, o específicas, como las coaliciones que participan en operaciones internacionales” [5].

Con estos avances subrayados, ¿Qué horizonte tiene la Unión por delante? Son muchos los asuntos a los que la UE debe prestar atención en materia de Seguridad y Defensa, con un vecindario cada vez más beligerante, especialmente dos de ellos, Rusia y Turquía, buscando adoptar un papel principal en esta nueva configuración mundial que parece que se está gestando. No obstante, la UE debería tener dos temas preferentes en la agenda de Seguridad y Defensa: la cooperación con Reino Unido una vez que se formalice su salida de la UE y el resultado derivado de las elecciones en Estados Unidos.

Ambos asuntos son de suma relevancia para la Unión, puesto que el primero supone la salida de Reino Unido, Estado fundamental en cuanto a Defensa se refiere, mientras que el segundo aspecto puede marcar el futuro de la Alianza Atlántica, otro de los temas que llevan a divergencias en el seno de la Unión. Nicolás de Pedro sugiere que la UE apuesta a la victoria de Biden para normalizar las relaciones con la OTAN e igualmente le exhorta a “aportar una mayor dosis de realismo a sus debates” porque considera que la UE “siempre juega con las cartas encima de la mesa”[6].

Sea cual sea el escenario que surja en unos meses y a pesar de lo complejo que resulta el ámbito de Defensa, sí parece claro que la Unión Europea quiere avanzar en esta materia y “con una nueva legislatura de la UE en marcha, es previsible que se adopten medidas para reactivar la defensa”. [5]

Listado de referencias

[1] DÍAZ RODRÍGUEZ, J. (2018). “La Política Común de Seguridad y Defensa de la UE: una renovada estrategia para un nuevo escenario europeo y global”. Instituto Español de Estudios Estratégicos. 65/2018. p.8.

[2] EUROPEAN COMMISSION (2019). European’s opinión about the European Union’s priorities. Standard Eurobarometer 92. Autumn 2019.

[3] EUROPEAN PARLIAMENT (2019). Socio-demographic tendlines – EP Eurobarometer (2007-2019). Disponible en: https://www.europarl.europa.eu/at-your-service/files/be-heard/eurobarometer/2019/socio-demographic-trends-national-public-opinion-ed5/es-en-socio-demographic-trendlines.pdf

[4] CAAMAÑO ARAMBURU, L.M. (2011). “La Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD) de la Unión Europea” EN BENEYTO, J.M. (Dir.). La Unión Europea como actor global: las nuevas dimensiones de la política exterior europea. Biblioteca Nueva. Instituto Universitario de Estudios Europeos. Madrid.

[5] ARTEAGA, F. (2020). “Que no nos den gato (defensa europea) por liebre (defensa de la UE)”. Real Instituto Elcano. Madrid. Disponible en: https://blog.realinstitutoelcano.org/que-no-nos-den-gato-defensa-europea-por-liebre-defensa-de-la-ue/

[6] DE PEDRO, N. (2020). “#Competencias&ExpectativasUE: “La Unión Europea necesita una mayor dosis de realismo en sus debates y una mayor capacidad de adaptación estratégica”. Real Instituto Universitario de Estudios Europeos. Disponible en: https://blog.idee.ceu.es/2020/09/29/competenciasexpectativasue-la-union-europea-necesita-una-mayor-dosis-de-realismo-en-sus-debates-y-una-mayor-capacidad-de-adaptacion-estrategica/

 

Rafael Marente Tovar, periodista e investigador en el Real Instituto Universitario de Estudios Europeos.

 

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