En Ciudadanía, Educación, Cultura, Principios y Valores

– Juan Carlos Lubián Olmedo – 

La Unión Europea es un proyecto común y, como tal, es necesaria la implicación de toda sociedad en su conjunto, tanto por parte de las administraciones, como de la comunidad civil. Y dentro de la ciudadanía europea se debe tener en cuenta a la juventud. En este sentido, este grupo de edad surge como un agente imprescindible de cambio político y social, que proyecta la Europa del futuro y que anhela medidas concretas para el avance democrático de las instituciones europeas. Esa es la Europa joven y europeísta. Para el éxito de la Unión, la relación entre la juventud y las instituciones debe ser una simbiosis esencial que fomente la capacidad de toma de decisiones por parte de los jóvenes y que desarrolle un ambiente propicio de participación.

Las preocupaciones de los jóvenes de la Unión Europea se basan en cuatro pilares: democracia, formación, situación económica y medio ambiente. Para que la democracia goce de un buen estado de salud es estrictamente necesario dar voz a grupos sociales minoritarios, para que puedan sentirse partícipes del proyecto. Por esta razón, los jóvenes necesitan ser escuchados en la Unión, más aún en los momentos complicados que se aproximan por causa de la crisis económica provocada por la pandemia. Es conveniente que las instituciones organicen un nuevo Diálogo por la Juventud en el marco de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, en la que se puedan diseñar nuevas estrategias que tengan como objetivo el bienestar y la defensa de la democracia. Igual de necesario es concretar los propósitos de la Estrategia de la Unión Europea para la Juventud 2019-2027, adoptada por el Consejo de la Unión en la Resolución 2018/C 456/01, sobre todo en lo referente a la involucración activa democrática y a la inclusión de la juventud en ámbitos estratégicos.

Asimismo, la eficacia de la administración y de las instituciones debe mejorarse, ya que el ciudadano ha de sentirse cercano a ellas. La política de comunicación debe ser más precisa y emplear nuevas formas con este fin, sin caer en niveles propagandísticos. Bien es cierto que el Parlamento Europeo hizo un gran esfuerzo en las pasadas elecciones europeas para fomentar el voto juvenil a través de la campaña “Esta vez voto”, consiguiendo que la participación general aumentase gracias al voto juvenil [1]. Sin embargo, muchos jóvenes desconocen aún la trascendencia de lo que suponen las elecciones y la diferencia entre las principales instituciones. Muchas asociaciones juveniles han crecido o se han conformado después de las elecciones con el fin de seguir transmitiendo los valores europeos, en conexión con la campaña todosjuntos.eu. Otro punto importante es la transparencia, fundamental para que el ciudadano posea confianza en las instituciones.

Para que la democracia goce de un buen estado de salud es estrictamente necesario dar voz a grupos sociales minoritarios, para que puedan sentirse partícipes del proyecto

En este sentido, la última elección de la presidencia de la Comisión en el Consejo de julio de 2019 no ayuda a ello y pone en jaque el compromiso no formal de la elección del “Spitzenkandidat”.
De igual forma, para la construcción europea se debe progresar en cooperación, sobre todo entre los Estados miembros. En este sentido, cabe replantearse en los próximos años el equilibrio entre los sistemas intergubernamentales y supraestatales y se debería mejorar el sistema de voto, esto es, reducir la unanimidad y fortalecer el método de mayoría cualificada, que permita avanzar en aspectos fundamentales, como la política exterior común, la unión fiscal e incluso la apuesta decidida y contundente de no tolerar violaciones de los valores expuestos en el artículo 2 del Tratado de la Unión. La juventud espera que se avance de forma más rápida y con mayor coordinación. Esta coordinación se ha perdido en muchos momentos durante la pandemia, sobre todo en lo relativo al Espacio Schengen. El espacio de libre circulación supone el corazón y el sentido de Europa para la juventud. A través de ella, los jóvenes han ido conformando una identidad europea, la cual no es exclusiva, sino perfectamente acorde a otras como la de su país o región. Así se forma Europa, se protege la paz entre Estados y se afianza una voz común europea en el mundo globalizado, que permita a la Unión consolidarse como un actor esencial.

En cuanto a la formación, se debe apostar por el aumento de financiación del programa Erasmus + y del Cuerpo de Solidaridad Europeo. Sería conveniente hacer más accesible estos dos modelos de formación, fomentarlo en los centros educativos y facilitar la adaptación curricular. La movilidad educativa ayuda al desarrollo de la identidad europea, en contraposición al nacionalismo. El desempleo juvenil en Europa es insostenible. Por este motivo, es necesario activar de forma contundente la Garantía Juvenil y reforzar la relación entre las universidades europeas con las empresas y la ciencia. Además, sería importante que los Estados se comprometieran en el Consejo Europeo a crear bolsas de trabajo específicas para jóvenes en los planes de empleo a través de la financiación de “NextGenerationEU” y de la Iniciativa de Empleo Juvenil.

La movilidad educativa ayuda al desarrollo de la identidad europea, en contraposición al nacionalismo

De igual forma, el medio ambiente es otra de las grandes inquietudes de los jóvenes europeos [2], puesto que se trata de un problema intergeneracional que afecta al futuro de los jóvenes, a su
entorno, salud y economía. El Pacto Verde Europeo es un buen punto de partida, pero debe incentivar la creatividad de los jóvenes para desarrollar proyectos tanto en el nivel europeo, como en el local, financiarlos y darles visibilidad, así como fomentar el emprendimiento verde, lo que conlleve a la generación de empleo juvenil. Además, es necesario potenciar el diálogo entre la Comisión y grupos como el Movimiento Climático Juvenil. En conclusión, las instituciones europeas se verán más fortalecidas en cuanto los actores implicados tengan una visión de construcción europea a largo plazo que atienda el presente y el futuro de la juventud. Esta visión proporcionará esperanza y motivación a las nuevas generaciones y Europa se beneficiará de ello convirtiéndose en un actor estratégico con objetivos claros y programados.

Listado de referencias

[1] Parlamento Europeo (2019). Elecciones europeas 2019: participación récord impulsada por los jóvenes. Disponible en: https://www.europarl.europa.eu/news/es/press-room/20190923IPR61602/elecciones-europeas-2019-participacion-record-impulsada-por-los-jovenes (Consultado el 20/09/2020).

[2] Comisión Europea (2019). Flash Eurobarometer 478: April 2019. Disponible en: https://ec.europa.eu/commfrontoffice/publicopinion/index.cfm/Survey/getSurveyDetail/instruments/flash/yearFrom/2019/yearTo/2020/surveyKy/2224 (Consultado el 20/09/2020).

Juan Carlos Lubián Olmedo, estudiante del Máster de Estudios Europeos en la Universidad de Salamanca

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