En Ciudadanía, Educación, Cultura

– Javier M. Valle –

 

Introducción: la importancia de prestar atención a la educación

Pensando en el impulso que la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea (en adelante UE) en 2023 debe suponer para las políticas de la Unión, nos detendremos en este artículo en un ámbito a veces descuidado: el Espacio Europeo de Educación – 2025 (en adelante, EEE-2025). A pesar de que en la información sobre las políticas de la UE la educación es relegada muy frecuentemente a un protagonismo de bajo nivel -casi nunca ocupa titulares-, los sistemas nacionales de educación formal resultan trascendentales para progresar tanto en la consolidación del proceso de integración política de la Unión como para un alcance efectivo de la ansiada ciudadanía de los europeos… Y, por supuesto, para lograr, mediante el fortalecimiento de su calidad, un progreso económico más firme, basado en una empleabilidad de mayor espectro. Por eso la política educativa supranacional de la UE -que existe desde hace más de 50 años- (Valle, 2006), a pesar del gran desconocimiento de la mayoría- debiera ser una preocupación prioritaria y exigir una dedicación mucho más intensa.

 

El EEE-2025: Una política que vine de lejos y que nos implica muy cerca…

El EEE-2025 es la política educativa más ambiciosa de la Unión Europea en estos momentos. Supone el culmen de una numerosa serie de acciones en materia de educación, como el programa ERASMUS[1], iniciado en los 80, universalmente conocido, y que hasta la fecha ha promovido la formación en el extranjero de millones de universitarios europeos. Fue el germen del Proceso de Bolonia, que en las primeras décadas del siglo logró el hito de instaurar el Espacio Europeo de Educación Superior (en adelante, EEES)[2] que armonizó las estructuras de Educación Superior de más de 40 países europeos (en Grado, Máster y Doctorado) y creó una contabilidad compartida del peso de los diferentes estudios, el Sistema Europeo de Transferencia de Créditos (ECTS en el acrónimo inglés).

Esa larga trayectoria de la política educativa de la UE está centrada ahora en la creación de un área educativa compartida, de alta calidad, que impacte en dos niveles: dentro de la propia Europa, mejorando los sistemas educativos de sus países; y de manera global, proyectando una imagen que transmita la visión de una Europa más unida, mejor integrada y con altos niveles de exigencia en lo educativo… Todo ello hará de Europa un polo geopolítico atractivo para quienes busquen en ella oportunidades de una buena formación con prospectivas de éxito.

 

¿En qué consiste el EEE-2025?

La política educativa de la Unión Europea ha ido transitando desde programas que eran sectoriales en el inicio (ya que atendían aspectos parciales de la educación) hasta programas cada vez más globales e integrados (Valle, 2006). Esa agrupación ha sido cada vez mayor, al tiempo que se han sumado a los programas las denominadas Estrategias de Educación y Formación (E&T en el acrónimo inglés)[3], cada una con una proyección de 10 años. El Programa ERASMUS+ llegó a su término en el año 2020 y también la E&T 2020. Por ello cabía esperar una agrupación completa de todos los programas educativos (incluyendo ERASMUS) y de las Estrategias para la década 2020-2030, una especie de gran estrategia educativa, en palabras de Matarranz (2017).

Esa gran estrategia es, precisamente, el Espacio Europeo de Educación. 2025[4]. La Comisión Europea lanzó la idea en 2017, en la cumbre informal del Consejo Europeo que tendría lugar el 17 de noviembre en Gotemburgo (Comisión Europea, 2017). Posteriormente, se adopta oficialmente en la Primera Cumbre de Educación Europea, que tuvo lugar el 25 de enero de 2018 (Consejo de los Ministros Europeos de Educación, 2018), definiéndolo como un espacio orientado a la innovación y la inclusión educativa y hacia una educación basada en valores. Más tarde, el Consejo Europeo emite en mayo de ese mismo año unas Conclusiones que proponen una visión concreta de ese Espacio Europeo de Educación (Consejo Europeo, 2018). Por último, el Consejo ha emitido una Resolución que concreta los pasos que deben darse para que el futuro desarrollo de ese Espacio Europeo de Educación apoye los sistemas de educación y formación de los Estados miembros (Consejo Europeo, 2019).

Toda esa puesta en marcha corresponde legislativamente al período de funcionamiento de la anterior Comisión. Sin embargo, la Comisión Europea surgida en las elecciones de 2019 ha reforzado aún más esa política. En la Mission letter que la Presidenta de la Comisión, Úrsula Von der Layen, envía el 1 de diciembre de 2019 a Mariya Gabriel, la Comisaria responsable de Educación, con motivo de su nombramiento, deja muy explícito entre sus intenciones programáticas que el Espacio Europeo de Educación – 2025 será una prioridad para ella, como lo ha demostrado el programa de trabajo de la Comisión de 2020 “The Commission is fully committed to making the European Education Area a reality by 2025”[5] (European Commission, 2020, p. 7).

El EEE-2025 dispone de una “hoja de ruta” que pretende básicamente siete áreas de actuación[6]. Las presentamos aquí siguiendo el criterio de Matarranz, Valle y Manso (2020):

a) Hacer de la movilidad educativa una realidad para todos, no sólo para las familias con más posibilidades socioeconómicas, sino especialmente para las más vulnerables. Se propone crear un carnet de estudiante europeo (con características virtuales) para ofrecer una manera más sencilla de acumular toda la información de la persona que hace la movilidad. En este sentido, facilitar los trámites y flexibilizar el reconocimiento de créditos son aún asignaturas pendientes.

b) Establecer un sistema aún más rápido y eficaz que permita el reconocimiento de diplomas. Mediante la puesta en marcha de un “Proceso de Sorbona” se desea que el reconocimiento de títulos entre los países de la Unión sea automático[7].

c) Crear universidades europeas. Estableciendo redes de universidades ya existentes, y promoviendo entre ellas grados y másteres conjuntos se pretenden universidades supranacionales de ubicación transnacional.

d) Mejorar el aprendizaje de idiomas. Se espera establecer un nuevo marco de indicadores (Marco Europeo de Referencia de Lenguas –MERL-) para que todos los jóvenes europeos al término de la enseñanza secundaria superior tengan un buen desempeño en dos lenguas de la Unión además de su lengua materna.

e) Promover el Aprendizaje a lo Largo de la Vida (Lifelong Learning –LLL-). Las medidas alcanzan dos niveles. En la enseñanza obligatoria, el establecimiento de las Competencias Clave como objetivo fundamental para todos los ciudadanos de la UE que terminan su escolarización obligatoria, fundamento de un aprendizaje permanente que trasciende los contenidos adquiridos en momentos puntuales y permite una sostenibilidad en el aprendizaje para incorporar constantemente aprendizajes nuevos. Para la educación no obligatoria, se pretende aumentar el número de personas adultas que participan en programas de formación. La idea es que, al menos, el 25% de los adultos –personas entre 24 y 55 años- estén en programas formativos.

f) Apoyo al profesorado. Se espera, por un lado, multiplicar el número de profesores participando en programas de movilidad y, por otro, ofrecer apoyo a las políticas nacionales para impulsar la carrera profesional docente y la función de dirección, en el sentido de liderazgo pedagógico. La cuestión docente ocupa un eje central en el Espacio Europeo de Educación 2025 como muestra el hecho de que la Segunda Cumbre Europea de Educación, celebrada el 26 de septiembre de 2019, llevara por título Teachers first: excellence and prestige for the European Education Area (Consejo de los Ministros Europeos de Educación, 2019).

g) Invertir en educación. Ello supone alcanzar el 5% del PIB como indicador de la inversión que debiera “blindarse” para la educación por parte de los Estados miembros de la Unión.

h) Fortalecer una dimensión europea de la información. Promoviendo una mayor dimensión europeísta al canal Euronews, creado en 1993 por varias entidades de información nacional públicas se aspira a tener un canal europeo que promueva el acceso a una información independiente y veraz, de alta calidad, con una perspectiva europea supranacional.

Será de crucial importancia para el éxito de ese espacio educativo que los docentes tomen conciencia de su existencia y adquieran las competencias profesionales para implementarlo. No en vano comienzan ya a ver la luz trabajos que apuntan en la dirección de formar a futuros maestros y profesores bajo esa óptica (Matarranz y Valle, 2022).

 

La necesidad de un impulso urgente del EEE-2025

Quedan apenas dos años y medio para alcanzar los objetivos que corresponden a las siete áreas que se mencionaron arriba…. Y queda mucho camino por recorrer… Ello justifica que desde la Presidencia Española se promueva el impulso de esta política. Los beneficios son indiscutibles.

En el nivel europeo, una política educativa compartida favorecerá que todos los ciudadanos de la UE dispongan de oportunidades más equitativas para acceder al empleo y para progresar en sus carreras profesionales. También les dará la oportunidad, aún más fácilmente, de cumplir uno de los objetivos clave del concepto de ciudadanía que se desarrolla en el Tratado de la Unión desde 1992: La posibilidad de vivir, estudiar, trabajar y establecerse en cualquier lugar de la Unión, sin restricciones, junto con la posibilidad de ofrecer bienes y servicios en todo su territorio.

Por otra parte, mayor armonización en los niveles educativos no universitarios ofrecerá un corpus identitario y de valores a los niños y jóvenes europeos que, poco a poco, con el avance demográfico, se irá instalando en la totalidad de los ciudadanos de la Unión. Ese sentimiento de unidad hará que el proceso de integración política de la Unión se fortalezca y todas sus naciones ganen en cuanto a la posibilidad de enfrentar juntos los grandes retos que afrontamos en una sociedad tan globalizada como la contemporánea. La pandemia en 2020 y la guerra hoy en Ucrania han demostrado que una respuesta conjunta de la UE es de una enorme eficiencia para respuestas rápidas a fenómenos complejos.

Además, y no menos importante, la proyección hacia el conjunto del planeta de unos sistemas educativos en Europa más armonizados, con unos resultados de calidad, redundará en una mayor atracción hacia nuestras instituciones escolares desde cualquier punto del globo.

En el ámbito español, apoyar con fuerza el EEE-2025 e implementar las políticas que propone su “hoja de ruta” será de gran ayuda para culminar algunos aspectos de la refirma educativa que está en marcha desde la aprobación de la LOMLOE de 2020 y que tiene, como marco, precisamente, el establecimiento en nuestras escuelas de un enfoque competencial de la enseñanza asumiendo de manera decidida las Competencias Clave (uno de los elementos más característicos del EEE-2025) (Valle, 2020).

Las oportunidades para nuestro sistema universitario son también notables. Por ejemplo, las alianzas entre instituciones de educación superior en el marco de esas “universidades europeas” que propone el EEE-25 serán, sin duda, un acicate tanto para ofrecer titulaciones con un marcado carácter internacional y más adaptadas a las necesidades reales de un mercado laboral internacionalizado. Igualmente, la creación de redes de profesores e investigadores por toda Europa ayudará a la mejora de la docencia y la investigación en todas nuestras universidades.

Pero ese impulso no debe ser retórico. Exige del gobierno una acción decidida y en diversos órdenes. La creación de instancias que monitoreen el proceso de implantación del EEE-2025 en cada país -empezando por el nuestro-, o la financiación y desarrollo desde nuestro país de investigaciones comparadas exhaustivas para ver el proceso de evolución en toda Europa de cada uno de los objetivos del EEE-2025 son sólo dos apuntes entre las muchas posibilidades de acción política en la mano del gobierno.

La presidencia española del 2023 es una inmensa oportunidad para centrar la atención de Europa en algo que podría marcar un cambio social determinante en Europa: su política educativa. Ojalá no perdamos esa oportunidad…

 

[1] Home | Erasmus+ (europa.eu)

[2] Proceso de Bolonia y Espacio Europeo de Educación Superior | European Education Area (europa.eu)

[3] Strategic Framework | European Education Area (europa.eu)

[4] Una de las primeras referencias que aparecieron en la red digital sobre la cuestión está aún disponible en: https://ec.europa.eu/commission/news/towards-european-education-area-2025-2017-nov-14_en

Toda la documentación al respecto de la construcción de este Espacio Europeo de Educación 2025 se encuentra disponible en la sede electrónica de la Red EURYDICE-REDIE del CNIIE, en el siguiente enlace:

http://www.educacionyfp.gob.es/educacion/mc/redie-eurydice/espacio-europeo-educacion.html

Por su parte, la Supranational Education Library del Grupo de Investigación sobre “Políticas Educativas Supranacionales” de la Universidad Autónoma de Madrid dispone en su repertorio de toda la documentación al respecto de esta iniciativa educativa de la Unión. Está disponible en: https://www.sel-gipes.com/eu.html

[5] “La Comisión está absolutamente comprometida en hacer realidad el Espacio Europeo de Educación para el año 2025”

[6] https://ec.europa.eu/commission/news/towards-european-education-area-2025-2017-nov-14_en

[7] El nombre se ha elegido, porque la Declaración de La Sorbona -1998- fue incluso antecedente de la Declaración de Bolonia -1999- que dio lugar al Espacio Europeo de Educación Superior.

 

REFERENCIAS

Comisión Europea (2017). Refuerzo de la identidad europea a través de la educación y la cultura. Gotemburgo, 14 de noviembre de 2017.

Consejo de los Ministros Europeos de Educación (2018). Primera Cumbre Europea de Educación. Estableciendo los fundamentos del espacio europeo de Educación: hacia una educación innovadora, inclusiva y basada en valores. Bruselas, 25 de enero de 2018.

Consejo de los Ministros Europeos de Educación (2019). Segunda Cumbre Europea de Educación. Teachers first: excellence and prestige for the European Education Area. Bruselas, 26 de septiembre de 2019.

Consejo Europeo (2018). Conclusiones del Consejo sobre la adquisición de una visión del Espacio Europeo de Educación. Bruselas, 23 de mayo de 2018.

Consejo Europeo (2019). Resolución del Consejo sobre el futuro desarrollo del Espacio Europeo de Educación para apoyar el futuro de los sistemas de educación y formación. Bruselas, 24 de octubre de 2019.

European Commissión (2020). Communication from the Commission. Commission Work Programme 2020:  A Union that strives for more. Brussels, 29.1.2020, COM(2020) 37 final.

Matarranz, M. (2017). Análisis supranacional de la política educativa de la Unión Europea 2000-2015. Hacia un Espacio Europeo de Educación. (Tesis Doctoral). Madrid: Universidad Autónoma de Madrid.

Matarranz, M. y Valle, J.M. (2022): Formación del profesorado para el Espacio Europeo de Educación. Madrid, Delta.

María Matarranz, M.; Valle, J.M. y Manso, J. (2020): Después del 2020… Hacia un Espacio Europeo de Educación en 2025. Revista Española de Educación Comparada,  36, pp. 98-128. Madrid, SEEC-UNED.

Valle, J. M. (2006). La Unión Europea y su política educativa. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia.

Valle, J.M. (2020): ¿Nuevas competencias para la vida o competencias para una nueva vida? La renovada visión de la Unión Europea en las Competencias Clave 2.0 (2018). En J. Moya y J. M. Valle, La reforma del currículo escolar: ideas y propuestas. Madrid, REDE / ANELE.

 

Javier  M. Valle, Profesor Titular de la Universidad Autónoma de Madrid, especialista en Educación Supranacional y, más concretamente, en la política educativa de la Unión Europea.

 

Este artículo se incluye dentro del proyecto “Propuestas para la presidencia española de 2023: Ciudadanía europea, democracia y participación“.

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