En Mundo, Otra Políticas de la UE, Política Exterior y de Seguridad

-Alejandro Trujillo Suárez –

Desde principios de la década de 2010, se ha observado una constante en el Fragile States Index (FSI): los países de la región del Cuerno de África representan el mayor porcentaje de Estados fallidos a nivel mundial. Este año, Somalia ha recuperado la primera posición de este ranking, después de seis años en segundo lugar tras Yemen. La zona del Sahel también es una de las grandes afectadas en el continente y en el mundo, con países como Chad, Sudán o República Centroafricana dentro del top diez de la lista.

Estos Estados, a los que se unen otros como Sudán del Sur, Etiopía y la República Democrática del Congo, poseen una serie de características que les han imposibilitado prosperar como algunos de sus vecinos del norte y del sur, como la división de clases sociales y étnicas, la falta de servicios públicos, la pervivencia de las élites, y la ausencia de un Estado de derecho. Todo esto provoca unas desigualdades fervientes que, añadidas a la falta de recursos materiales y económicos, provocan un éxodo masivo hacia zonas más prósperas, como Europa, África del sur o los países del Golfo.

Numerosas asociaciones, como ACNUR, han desplegado equipos de ayuda en la región del Cuerno de África, donde las altas temperaturas y el cambio climático han hecho mella en el clima, ya árido de por sí, hasta producirse una sequía sin precedentes, que ha dejado más de 3 millones y medio de afectados, y cerca de 2 millones de desplazados entre el sur de Etiopía y Somalia. Las épocas de sequía y hambruna ahondan en la falta de recursos de estos países, que son destinados a las clases dirigentes y no al conjunto de la población.

Otra circunstancia fundamental del fracaso de estos Estados es la alta tasa de criminalidad, promovida por un estado constante de guerra y una militarización excesiva de la población. Eritrea, situado en el puesto 19 del ranking, es uno de los países con una política militarista más extensa del mundo, ya que el servicio militar es obligatorio desde la mayoría de edad hasta los 50 años, por lo que se implementan tareas de trabajo forzado con impunidad ante la ley, controlada por el régimen dictatorial. A su vez, Somalia lleva sumida en una guerra civil con facciones independentistas en el norte y brazos militares del Estado Islámico desde 2009, lo que ha empeorado su gobernabilidad y han desestabilizado aún más la región.

Por otra parte, la anteriormente mencionada República Democrática del Congo, o RDC, es otro de los Estados considerados fallidos por el FSI, aunque sus razones tienen vínculos históricos, debido a la colonización belga durante el siglo XX y el agrupamiento bajo una misma administración de tribus y etnias muy diversas, que han dificultado la gobernanza del país, causando guerras civiles, que han ocasionado desplazamientos internos, con cifras que rondan los 6 millones de afectados, a los que habría que sumarles otro millón de exiliados a países vecinos, según fuentes de Naciones Unidas.

En el plano internacional, estos países reciben ayuda humanitaria de parte de la Unión Europea y de USAID, la agencia de cooperación estadounidense, pero no es suficiente para paliar los estragos sufridos por la población de manera constante, ya que la mayoría vive en riesgo de pobreza extrema bajo una gran vulnerabilidad, de la cual se aprovechan los grupos armados que están activos en todo el continente africano. Dentro del conjunto de la población, hay un porcentaje que decide migrar a países más estables, aunque el trayecto sea inhóspito y no se les otorgue ninguna facilidad por parte de los países de tránsito, debido a una falta de redes intergubernamentales entre Estados.

La ayuda humanitaria recibida por estos países es principalmente monetaria, sobre todo en la región del Cuerno de África, para intentar paliar las fuertes temporadas de sequía que acechan a la población. La agencia estadounidense USAID ha destinado durante este último año más de 500 millones de dólares con este fin. Por otro lado, la cooperación internacional también se centra en el aprovechamiento de los recursos naturales en países como la República Centroafricana o la República Democrática del Congo, ambos considerados Estados fallidos, que poseen grandes reservas minerales; o en la educación de niñas y adolescentes, para mejorando la infraestructura académica, en países como Sudán del Sur.

Aunque el concepto de “Estado fallido” sea a menudo considerado occidentalista, los estudios derivados de este concepto ayudan a la hora de estudiar ciertas regiones del mundo. En el caso de África, la mayoría de Estados fallidos se concentran en las regiones del Sahel (Sudán del Sur, Chad, República Centroafricana o Sudán) y del Cuerno de África (Somalia y Etiopía). Según datos del Fragile States Index, África posee el mayor número de Estados frágiles o fallidos de la lista, muy por encima de otros continentes, en los que este fenómeno es considerado una excepción, como el caso de Haití en América.

La prevalencia de Estados fallidos en África tiene gran repercusión fuera del continente, sobre todo atendiendo a los flujos migratorios provenientes de sus costas septentrionales a la Europa del sur, o a los países del Golfo desde las costas del Mar Rojo. La falta del Estado de derecho en estos países es la causa fundamental por la cual un desarrollo sostenible dentro de sus fronteras es impensable en un futuro a corto plazo. Según el Bertelsmann Transformation Index, el número de Estados fallidos podría aumentar con los años debido al retroceso democrático de algunos países, entre los que se encuentran Níger, Guinea, Malí o Burkina Faso, debido a los golpes de Estado y la prevalencia de dictaduras militares en esa región, además de Zimbabue o Mozambique, debido a la mala gestión de las políticas económicas y la dependencia en terceros.

 

Alejandro Trujillo Suárez, alumno del máster en Relaciones Internacionales

 

Bibliografía:

  • Bertelsmann Transformation Index. (s.f.). Regional report for Southern and Eastern Africa. https://bti-project.org/en/reports/regional-dashboard/ESA?&cb=00000
  • Hartmann, H., & Thiery, P. (2022). Global Findings BTI 2022. Bertelsmann Stiftung.
  • The Fund for Peace. (2023). Fragile States Index Annual Report 2023.
  • UNHCR. (s.f.). DR Congo emergency. https://rb.gy/fnl0lw
  • UNHCR. (s.f.). Horn of Africa drought emergency. https://rb.gy/l20t40
  • USAID. (2023). The United States Provides an Additional $524 Million for the Humanitarian Crisis in the Horn of Africa. https://rb.gy/pv9g5r
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